CONTRIBUCIÓN DE LA TUTORÍA: El
establecimiento de relaciones democráticas y armónicas en el aula y la escuela.
¿Qué buscamos?
Materiales: Pizarra. Plumones. Papelógrafo con preguntas. Limpiatipo. La nube de ideas (material del estudiante).
Que las y los estudiantes piensen en varias alternativas para
resolver un problema y las evalúen para escoger la mejor.
Presentación:
·
La o el docente tutor comenta
con el grupo: “Hay situaciones en las que no sabemos bien qué hacer y solo
se nos ocurre una o dos ideas; sin embargo siempre es posible recurrir
a nuestra creatividad y pensar en muchas ideas más”.
·
Hoy vamos a conocer a una nube
muy especial que nos va a ayudar a formar una lluvia, más bien, una
tormenta de ideas para tener muchas opciones para actuar y poder
escoger la que nos haga sentir mejor a nosotros y a los demás, sin hacerle daño a nadie.
Desarrollo:
·
Escuchen con atención. Les voy
a contar la historia de la nube de ideas:
La nube de ideas ¡Hola, amigos! Yo soy una nube, pero no una nube
cualquiera: soy la nube de ideas. A mí me gusta cuando, al llover, caen
muchas gotas de agua de mi cuerpo. Esas gotas son ideas, y los niños del
mundo me ayudan a obtenerlas. Cuando un niño necesita pensar en muchas ideas,
piensa en mí y de sus ideas me lleno. Por ejemplo, Rafael, un niño que
conocí hace poco, tenía que resolver un problema: su hermano le había
quitado su juguete favorito sin pedirle permiso. Rafael estaba muy enojado
y solo se le ocurrió pegarle, pero, de pronto, se acordó de mí y empezó a
pensar en muchas ideas hasta que, juntos, formamos una tormenta. Rafael
pensó que podía contarle a su mamá lo que había ocurrido, podía tomar uno
de los juguetes de su hermano sin permiso, podía hablar con él, podía
pedirle a su papá que le comprara un juguete nuevo, podía no hacer nada,
podía escribirle una carta a su hermano y muchas ideas más. ¿A ustedes se
les ocurren otras?
·
Permita que participen dos
estudiantes como máximo y anote las respuestas en la pizarra.
Luego, Rafael escogió la mejor idea: pedirle a su
hermano que le devolviera el juguete y, así, no tuvo que pegarle, ¡y se
evitó problemas! Cuando necesites resolver algo que te preocupa, piensa
en mí y llena mi cuerpo de ideas hasta formar una lluvia que suene muy,
pero muy fuerte. ¡Me puedes dibujar y escribir alrededor de mi todas
las ideas que se te ocurran hasta formar una tormenta!
·
Nuestra amiga la nube de ideas
nos ayuda a pensar en muchas opciones de solución cuando tenemos un
problema o no sabemos qué hacer. Si solo damos una idea, ¿qué
pasaría? La lluvia no sería fuerte. Aplaudan con un dedo en la otra mano.
·
¿Escuchan cómo suena? Así
suena una lluvia cuando no tiene muchas gotas. Ahora, si diéramos dos
ideas, la lluvia sonaría un poco más fuerte. Todos aplaudan con dos dedos. Y
si agregamos una y otra, y otra más... Ahora aplaudan con los cinco dedos.
·
¿Escuchan? ¡Así es como suena
una tormenta de ideas! Por ejemplo, si ustedes estuvieran en el
parque y se encontraran un juguete en el pasto, ¿qué podrían hacer?
·
Dibuje la nube de ideas en la
pizarra y escriba alrededor de ella las respuestas de sus estudiantes,
sin importar si son o no ideas viables, el propósito es llenar la nube
con muchas opciones.
·
¡Muy bien! Han dado varias
ideas. Ahora evaluemos cada una de ellas.
·
Revise cada idea con sus
estudiantes y analícela en términos de lo que podría pasar si se escoge
esa opción. Utilice los siguientes ejemplos como guía para el análisis:
v Si
dejamos el objeto allí, ¿qué podría pasar?
v Si
lo agarramos sin avisarle a nadie, ¿cómo se sentiría el dueño o dueña?
v Si
esperamos a que el dueño vuelva para devolvérselo, ¿qué pasaría?
v Si
jugamos un rato con ese objeto y luego lo dejamos ahí, ¿qué podría pasar después?
v Si
buscamos al dueño, ¿qué podría pasar?
·
Cuando estemos ante una
situación en la cual no sepamos bien qué hacer, podemos contar
con nuestra amiga la nube de ideas y llenarla de ideas hasta formar una tormenta.
Después, podemos escoger la mejor idea para actuar.
·
Vamos a hacer el mismo
ejercicio con otra situación. Escuchen con atención:
Cierren los ojos. Piensen que están en el salón de
clases haciendo un dibujo muy hermoso de los animales del mar: hay una
ballena, una estrella de mar, un tiburón y muchos peces de colores. El
dibujo está quedando muy bonito, pero, de pronto, se dan cuenta de que le
falta algo. Falta el color del agua: el azul. Buscan en su mochila y se dan
cuenta de que no tienen ese color, se lo olvidaron y no van a poder
terminar su bello dibujo del mar, ¿qué van a hacer? Miran a su alrededor y
se dan cuenta de que en otra carpeta está la caja de colores de un
compañero, la cual tiene todos los tonos del azul que ustedes necesitan… No
saben si tomarlos para terminar el dibujo o dejarlos ahí.
·
Ahora abran los ojos y,
juntos, pidamos ayuda a nuestra amiga la nube de ideas.
·
Dibuje la nube de ideas en la
pizarra y pregunte a los niños: ¿Qué pueden hacer para ponerle el
color azul a su dibujo? Permita que sus estudiantes participen dando
ideas, sin importar si son o no ideas viables; escriba todas las
respuestas en la pizarra.
·
¡Muy bien! Han dado varias
ideas. Ahora evaluemos cada una de ellas.
·
Revise cada idea con sus
estudiantes y analícela en términos de lo que podría pasar si se
escoge esa opción. Utilice los siguientes ejemplos como guía para
el análisis:
ü Si
le ponemos otro color al mar, ¿qué pasaría?
ü Si
tomamos los colores de nuestro compañero sin decirle, ¿qué pasaría?, ¿cómo se
sentiría él?
ü Si
le pedimos prestados los colores a nuestro compañero, ¿qué pasaría?
ü Si
le preguntamos a la profesora si tiene un color azul que nos preste, ¿esto nos
funcionaría?
ü Si
terminamos el dibujo en la casa, ¿qué pasaría?
·
Escoja con sus estudiantes las
dos mejores ideas pensando en las consecuencias de cada una de ellas, y en cómo
se sentirían ellos y los
demás si eso ocurriera.
·
¡Felicitaciones! Han logrado
pensar en diferentes opciones y escoger las mejores.
·
Vuelvan a cerrar los ojos y
escuchen atentos la última situación:
Imaginen que están sentados bajo el sol en un día
caluroso. Se siente mucho calor en el aire y les está dando sed. De pronto,
ven que hay una fuente de agua cerca, se ponen de pie y se dirigen hacia
ella pensando en lo bueno que sería tomar un poco de agua para calmar la
sed y refrescarse. Abren el caño, se acercan al chorro de agua y empiezan
a sentir cómo su cuerpo se refresca, ¡qué bueno es beber agua cuando hace
tanto calor! De repente, los empujan, sienten que su cara va hacia
el caño y se golpean el labio. Les duele muchísimo y no saben qué fue lo
que pasó, voltean a mirar y ven que estaba pasando un niño más grande;
seguramente fue él quien los empujó. ¿Qué hacer?
·
Abran los ojos y, juntos,
pidámosle ayuda a nuestra amiga la nube de ideas.
·
Dibuje la nube en la pizarra y
pregunte a los niños: ¿Qué pueden hacer en esta situación? Permita
que sus estudiantes participen dando ideas, sin importar si son o no
ideas viables; escriba todas las respuestas en la pizarra.
·
¡Muy bien! Han dado varias
ideas. Ahora evaluemos cada una de ellas.
·
Revise cada idea con sus
estudiantes y analícela en términos de lo que podría pasar si se
escoge esa opción. Utilice los siguientes ejemplos como guía para
el análisis:
v Si
le pego o empujo al niño, ¿qué pasaría?
v Si
me voy sin decir nada, ¿qué pasaría?
v Si
le pregunto al niño qué pasó, ¿qué pasaría?
v Si
insulto al niño, ¿qué pasaría?, ¿cómo se sentiría él?
v Si
le lanzo agua al niño, ¿qué podría pasar?
v Si
sigo tomando agua como si nada hubiera pasado, ¿qué pasaría?
v Si
hablo con el niño para que me explique qué pasó, ¿qué pasaría?
·
Escoja con sus estudiantes las
dos mejores ideas pensando en las consecuencias de cada una de ellas, y en cómo
se sentirían ellos y los
demás si eso ocurriera.
·
¡Felicitaciones! Han logrado
pensar en diferentes opciones y escoger las mejores.
Cierre:
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Peguemos en la pizarra el
papelógrafo con el siguiente cuadro, para registrar las respuestas
de las y los estudiantes voluntarios.
¿Qué aprendimos hoy? |
¿Para qué nos sirve nuestra amiga la nube de ideas? |
¿Cuándo podemos pedirle ayuda? |
·
Cuando estemos ante
situaciones en las que no sepamos bien qué hacer, cómo responder o cómo
conseguir algo que queremos, podemos pensar en nuestra amiga la nube
de ideas. Ella nos va a ayudar a realizar una lluvia de muchas ideas y,
después, a escoger las mejores: aquellas que nos hagan sentir bien a
nosotros mismos y a los
demás, sin hacerle daño a nadie.
Después de la hora de tutoría:
·
Entregamos el cuadernillo y
solicitamos a las y los estudiantes que en casa y con ayuda de su
familia lean la historia “La nube de ideas” de su cuadernillo y luego registren en la
parte, posterior de la misma hoja, deben registrar tres opciones para evitar “las
peleas” entre compañeras y compañeros. Estos trabajos deben ser compartidos durante
los momentos de reflexión diaria en el aula.
IDEAS FUERZA v Utilice
las situaciones en las que hay que tomar decisiones, para estimular la
generación de opciones. v Ante
una situación en la cual puedan existir desacuerdos, por ejemplo, conflictos
interpersonales, ayude al niño y a la niña a que piense en muchas
alternativas sobre cómo podría actuar. v Ante
una situación de conflicto, es importante imaginar diferentes soluciones
usando la creatividad; mientras más opciones tengamos, más probable será
que podamos escoger la más adecuada.
Anexo
La nube de ideas
¡Hola,
amigos! Yo soy una nube, pero no una nube cualquiera: soy la nube de ideas. A
mí me gusta cuando, al llover, caen muchas gotas de agua de mi cuerpo. Esas
gotas son ideas, y los niños del mundo me ayudan a obtenerlas.
Cuando un
niño necesita pensar en muchas ideas, piensa en mí y de sus ideas me lleno. Por
ejemplo, Rafael, un niño que conocí hace poco, tenía que resolver un problema:
su hermano le había quitado su juguete favorito sin pedirle permiso. Rafael
estaba muy enojado y solo se le ocurrió pegarle, pero, de pronto, se acordó de
mí y empezó a pensar en muchas ideas hasta que, juntos, formamos una tormenta.
Rafael pensó que podía contarle a su mamá lo que había ocurrido, podía tomar
uno de los juguetes de su hermano sin permiso, podía hablar con él, podía
pedirle a su papá que le comprara un juguete nuevo, podía no hacer nada, podía
escribirle una carta a su hermano
y muchas
ideas más. ¿A ustedes se les ocurren otras? Luego, Rafael escogió la mejor
idea: pedirle a su hermano que le devolviera el juguete y, así, no tuvo que
pegarle,
¡y se evitó
problemas!
Cuando
necesites resolver algo que te preocupa, piensa en mí y llena mi cuerpo de
ideas hasta formar una lluvia que suene muy, pero muy fuerte. ¡Me puedes
dibujar y escribir alrededor de mi todas las ideas que se te ocurran hasta
formar una tormenta!
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