Sesión 3
Osvaldo y León
CONTRIBUCIÓN DE LA TUTORÍA: El establecimiento de
relaciones democráticas y armónicas en el aula y en la escuela.
¿Qué buscamos?
Que las niñas y los niños entiendan cómo se sentirían si estuvieran
en el lugar de alguien que es maltratado por sus compañeros o compañeras.
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Presentación:
Abrimos la sesión diciéndoles que hay situaciones que pueden
generar que una persona se sienta triste, enojada o disgustada porque no son de su
agrado. A partir de ello, les explicamos “Cuando somos testigos de algo como esto,
podemos nosotros mismos sentirnos mal por lo que le está ocurriendo a esa persona.
Por ejemplo, si nos enteramos de que hay alguien a quien le pegan
frecuentemente, le ponen apodos, le dicen cosas ofensivas o se burlan de él, ¿cómo
nos sentiríamos si resultara ser un amigo o compañero nuestro, o alguien de nuestra
familia? ¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos nosotros mismos?”.
Escuchamos las respuestas de algunas y algunos voluntarios y
acogemos sus emociones.
Desarrollo:
A continuación les comentamos que, en algunas escuelas, hay
personas que molestan a otros frecuentemente. Por ejemplo, les pegan, les ponen apodos o
se burlan de ellos todos los días. Leemos junto con ellos “La historia de
Osvaldo y León”, que se
encuentra en sus cuadernillos (ver anexo).
Al terminar la historia, les decimos: “Ahora, de manera individual,
cada uno de ustedes va a tratar de ponerse en el lugar de Osvaldo y pensar en lo que
vive diariamente”.
Les pedimos que, en sus cuadernillos, desarrollen la Parte 1 de la
hoja de trabajo “Me pongo en el lugar de Osvaldo” (ver anexo). Para esta labor
otorgamos cinco minutos.
Motivamos para que algunos voluntarios puedan compartir sus dibujos
con la clase. Deben explicarnos
qué emociones sienten al oír esta historia y por qué usaron los diferentes
colores y expresiones en el cuerpo para representar esas emociones.
Luego de este compartir, guiamos la reflexión con las preguntas
propuestas a continuación. Escuchamos las respuestas de algunos voluntarios y
acogemos sus emociones:
v En
general, ¿cómo nos hace sentir esta historia?
v ¿Cómo
creen que se siente Osvaldo?
v ¿Cómo
se siente Osvaldo cuando sus compañeros festejan lo que le dice León?
v Si
estuvieran en una situación similar, ¿cómo se sentirían?
v ¿Creen
que podrían hacer algo para ayudar a Osvaldo?
Después de recibir sus respuestas, les indicamos que continuaremos
el trabajo expresándole a Osvaldo nuestros sentimientos de empatía hacia él.
Vamos a compartir con él las emociones que sentimos nosotros al ponernos en su lugar.
Para ello, van a desarrollar la Parte 2 de la misma hoja de trabajo. Les otorgamos
cinco minutos para esta labor.
Cierre:
Reflexionamos con el grupo sobre lo siguiente, con base en las
siguientes preguntas orientadoras (máximo tres intervenciones por pregunta).
v ¿Cómo
se sienten después de haberle expresado sus emociones a Osvaldo?
v ¿Creen
que podrían ayudar de alguna forma?
Finalmente, fortalecemos las ideas fuerza.
Después de la hora de tutoría:
Las niñas y los niños conversan en casa acerca de lo tratado en la
sesión y les cuentan a sus padres si conocen algún caso como el de Osvaldo. En caso de
ser positivo, se comprometen a poner en conocimiento del hecho a su tutor o tutora
para poder empezar a darle solución.
IDEAS FUERZA
v Entender
y sentir las emociones de los demás nos ayuda a comprenderlos mejor y, en
ocasiones, buscar posibles formas de ayudarlos a sentirse mejor.
v Hay
diferentes maneras en las que podemos responder cuando vemos que esto les
ocurre a los demás. Más adelante aprenderemos qué hacer en estos casos.
v Es
importante preguntarse cómo nos sentiríamos nosotros si supiéramos que alguien
está viviendo una situación de maltrato permanente por parte de las o los
demás.
ANEXOS
La
historia de Osvaldo y León
León es el estudiante más grande
y fuerte de cuarto grado. Además, tiene muchos amigos y sus compañeros hacen
todo lo que él les dice. Por ejemplo, el otro día León tenía hambre y obligó a
Osvaldo a comprarle comida en el quiosco de la escuela. Osvaldo no tenía mucha
plata, pero no fue capaz de decir que no e hizo lo que León le ordenó. Sin
embargo, a Osvaldo no le gustó esa situación.
Osvaldo, por el contrario, es un
estudiante pequeño, tímido y callado. No tiene muchos amigos y algunos dicen
que es muy raro porque en los recreos se la pasa solo. Osvaldo quisiera tener
más amigos, pero no sabe cómo acercarse a ellos porque le da miedo que se
porten como León, que siempre está molestándolo en el recreo.
A León le parece muy gracioso el
aspecto de Osvaldo y se burla permanentemente de él, llamándolo “Osvaldo,
cabeza de petardo”.
A algunos compañeros les da risa
esa situación y también se burlan de Osvaldo haciendo que se sienta peor.
Osvaldo se siente muy frustrado
con esta situación. Ir a la escuela se ha vuelto una pesadilla para él, pues
sabe que, desde que llega hasta que sale, León le hará la vida imposible.
Osvaldo quisiera que León lo dejara de molestar, pero le da miedo decirle algo
o responderle porque eso podría incluso empeorar la situación.
Me pongo en el lugar de Osvaldo
Parte 1
Parte 2
¿Qué quisieras decirle a Osvaldo?
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Sesión 4
EVA: escucho, valido y
ánimo
CONTRIBUCIÓN DE LA TUTORÍA: El
establecimiento de relaciones democráticas y armónicas en el aula y en la
escuela.
¿Qué buscamos?
Que las niñas y los niños aprendan a reconfortar a los demás
escuchándolos, validando
sus sentimientos y animándolos si se lo permiten.
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Presentación:
Iniciamos la sesión diciéndoles: “Todos hemos vivido situaciones
difíciles o tristes en
las que nos hubiéramos sentido mejor si alguien nos
hubiera consolado, se hubieran preocupado porque nos sentíamos mal y ayudado
a sentirnos mejor. Seguramente, recordamos cuando alguien nos consoló y nos
ayudó ¿Alguien quiere compartir una anécdota de cuando lo hayan consolado y por
qué esto les sirvió? ¿Qué hizo esa persona para consolarlos?”.
Escuchamos algunas respuestas acogiendo los sentimientos y
emociones que manifiesten. Podemos compartir también una historia propia.
Desarrollo:
A continuación les preguntamos: “¿Qué pueden hacer otras personas
para consolarnos y ayudarnos a sentirnos mejor?” Escuchamos las ideas de las niñas y
los niños, y las vamos anotando en la pizarra. Luego, les decimos que todas estas
respuestas pueden ser agrupadas en tres acciones que podemos realizar para consolar adecuadamente a otra
persona:
Escuchar de manera atenta lo que le sucedió y cómo se sintió
Validar sus emociones diciéndole que entendemos por qué se siente
así
Animar a la persona haciendo algo que le guste.
Solicitamos ejemplos de cosas sencillas que podemos efectuar como
contarle un chiste, ir a comer algo que le guste, pasar tiempo con ella o jugar
a la pelota.
Después de esto, les decimos que vamos a representar la estrategia
E V A con un ejemplo. Entonces pedimos a un estudiante voluntario que actúe como
si estuviera muy triste por una discusión que tuvo con su mejor amigo. Frente a
ello, aplicamos la estrategia:
v Lo
Escuchamos atentamente y le hacemos preguntas para obtener detalles sobre
v la
situación.
v Luego,
Validamos sus emociones diciendo cosas como “entiendo cómo te sientes”;
v “es una situación difícil”.
v Finalmente,
cuando haya terminado de contar, lo Animamos preguntándole si
v le
gustaría hacer algo para sentirse mejor y planeamos, entre los dos, qué cosa
v podrían
hacer.
Al terminar, preguntamos a las y los estudiantes si lograron
identificar la forma en que se aplicó la estrategia EVA en su
representación. Si es necesario, llevamos a cabo una segunda
representación con otra y otro voluntario
Como siguiente paso les anunciamos que todas y todos vamos a
practicar ahora la estrategia EVA para brindar consuelo. Les comentamos que, para
ello, vamos a realizar
un juego de roles en parejas; cada uno recibirá un rol
para guiar su representación. Les pedimos que
formen parejas y que se pongan de acuerdo quién será número “1” y quién
será número “2”.
Les indicamos que busquen en sus cuadernillos el texto “Practicando
los tres pasos EVA”, que lo lean atentamente y se lo aprendan lo mejor posible
para poder decírselo a su compañero, sin leer el cuadernillo. Les pedimos que se
concentren en su propio
rol y que todavía no miren el otro (que le habrá
tocado a su pareja).
Les damos las siguientes indicaciones:
v Se
trata de una situación triste, en la que las personas están siendo agredidas
muchas veces y ya no saben bien qué hacer y se están sintiendo muy mal.
Recuerden no mirar el rol del otro.
v Primero,
una de las dos personas será quien consuele y el otro será consolado. El consolado comenzará por contar su historia
y el que consuele debe poner en práctica los tres pasos EVA. Al terminar,
intercambiarán de roles
Les damos unos diez minutos para las representaciones. Vamos
pasando por los grupos para motivarles a que representen los roles propuestos.
Cuando culminen el ejercicio en parejas, pedimos a dos parejas
voluntarias que cada una presente uno de los juegos de roles en frente de toda la clase.
Analizamos con todos si el que consuela está escuchando atentamente, si validó las
emociones de su compañero, y si ofreció alguna actividad para animarlo. Guiamos la
reflexión con las siguientes preguntas; escuchamos las respuestas de algunos
voluntarios y acogemos
sus emociones.
A continuación comentamos la experiencia valiéndonos de las
siguientes preguntas orientadoras:
v ¿Cómo
se sintieron al consolar?
v ¿Cómo
se sintieron al ser consolados?
v ¿Qué
otras cosas podrían hacer para consolar a las personas cuando están pasando por
situaciones difíciles?
Escuchamos las respuestas de voluntarios y voluntarias y acogemos
sus emociones.
Cierre:
Planteamos a las y los estudiantes la siguiente reflexión: “Hemos
aprendido y practicado tres pasos para consolar a otros. Todos tenemos la
capacidad para usar EVA en momentos en los que alguien
necesite ayuda y esté triste. EVA no solo es útil con nuestros(as) amigos(as) y compañeros(as),
sino con cualquier otra persona que necesite nuestra ayuda y consuelo”.
Finalmente, fortalecemos las ideas fuerza.
Después de la hora de tutoría:
Pedimos a los niños y niñas que conversen con sus padres y otros
familiares sobre lo realizado en la sesión y les pidan comentarios con respecto a la
siguiente pregunta: “¿Cuál creen que sería una mala idea a la hora de consolar?”.
Tomarán nota en una hoja de papel, según el recurso "Formas inadecuadas de
consolar" (anexo), de los comentarios brindados y los compartirán con
sus compañeros y compañeras en la próxima reunión de tutoría.
v Todos
los seres humanos hemos vivido situaciones difíciles o tristes. En esos casos,
nos habríamos sentido mejor si alguien nos hubiera consolado.
v Muchas
veces, podemos ver que alguien está triste o que algo le pasa, pero no
necesariamente las personas van a buscarnos para darles consuelo.
v A
veces, la persona que está sufriendo necesita un tiempo para recuperarse y
manejar sus emociones, y puede no sentirse mejor a pesar de que hayamos tratado
de consolarla.
Anexo
Practicando los
tres pasos EVA
Rol 1
Tienes un problema en clase.
Aunque te gusta mucho ir al colegio porque te puedes encontrar con tus amigos y
divertirte en los recreos, en clase no la estás pasando bien. Un compañero que
se sienta en la silla de atrás te dice cosas horribles todo el tiempo. Inventa
apodos desagradables para hacerte sentir mal y critica todo lo que haces.
El otro día, cuando el profesor
te estaba haciendo una pregunta, comenzó a molestarte. Te decía cosas como
“¡Buu no sabes, no sabes!” o “Ya, di que no sabes, que eres bruto”. Tú le
dijiste que se callara, pero él no te hizo caso.
Con tanta distracción, no
pudiste contestar bien y tu profesor quedó muy desilusionado. Estás sintiendo
mucha cólera y, además, te da roche no haber podido contestarle al profesor. Te
sientes muy mal.
Rol 2
Cada día te dan menos ganas de
ir al colegio. Al principio te gustaba, pero luego dos compañeros comenzaron a
molestarte. Primero, te quitaban tu lonchera y te amenazaban con pegarte si no
se las dabas. Luego, comenzaron a pedirte plata. Si no les dabas, te
pellizcaban, te empujaban o te jalaban el pelo.
Ahora cada vez que llegas al
salón, cogen tu maleta y comienzan a jugar con ella y a tirar tus cosas al
piso. Tú no le has querido decir a nadie porque ellos te han amenazado con que
si lo haces te van a dar una paliza terrible. Como son más grandes que tú, te
da miedo que te hagan daño. Sientes mucho miedo y tristeza. Ya no aguantas más
la situación. Te estás sintiendo muy mal.
Recurso
Formas inadecuadas de consolar
Preguntamos a nuestros padres y otros familiares cuál cree que
sería una mala idea a la hora de consolar. Tomamos nota, a continuación.
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